Más de 200 ejemplares serían cazados en próximos días, ya que alteraron el ecosistema del río Magdalena.
COLOMBIA. Los hipopótamos introducidos a Colombia por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar han sido oficialmente condenados a muerte por los jueces del Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
Esta decisión marca el final de un prolongado debate sobre el destino de los llamados “hipopótamos de la cocaína”, una manada que se ha convertido en un serio problema ambiental y de seguridad pública.
Los hipopótamos fueron traídos por Pablo Escobar en la década de 1980 como parte de su extravagante colección de animales exóticos en su Hacienda Nápoles. Tras la muerte del narcotraficante en 1993, algunos de los animales escaparon, y los hipopótamos se reprodujeron rápidamente. Actualmente, se estima que hay cerca de 200 ejemplares, y los expertos temen que la población pueda crecer a más de 1.000 si no se toman medidas drásticas.
IMPACTO AMBIENTAL
La manada de hipopótamos ha alterado gravemente los ecosistemas del río Magdalena, contaminando el agua con sus desechos y poniendo en peligro a especies nativas como los manatíes y diversas poblaciones de peces. Según estudios, un solo hipopótamo puede producir hasta 10 kilos de excrementos al día como la vida humana.