Coronel Oviedo, Paraguay.– La indignación y el dolor se apoderaron del país tras confirmarse uno de los crímenes más atroces del año. María Fernanda Benítez, una joven de apenas 17 años y con cuatro meses de embarazo, fue quemada viva.
Así lo determinó el informe forense emitido este lunes, confirmando que la adolescente estaba con vida al momento de ser rociada con combustible y prendida fuego.
Fernanda había sido reportada como desaparecida el pasado martes 27 de mayo. La búsqueda concluyó trágicamente cinco días después, cuando su cuerpo calcinado fue hallado en un terreno baldío en la ciudad de Coronel Oviedo, en el departamento de Caaguazú.
Las primeras líneas de investigación apuntan directamente a su novio, un joven identificado como Bernardo, y a una amiga cercana de la víctima, quienes serían los principales sospechosos del feminicidio. Ambos ya se encuentran bajo investigación por su presunta implicación en el crimen que ha desatado una ola de indignación en todo Paraguay.
Organizaciones feministas y defensores de derechos humanos han exigido justicia inmediata y castigo ejemplar para los responsables. El caso no solo ha puesto de relieve la alarmante situación de violencia de género en el país, sino también la urgente necesidad de reforzar los mecanismos de protección hacia las mujeres, especialmente las jóvenes y adolescentes.
Este crimen ha tocado profundamente a la sociedad paraguaya, que clama por respuestas y acciones contundentes para erradicar la impunidad en casos de feminicidio.
