En Agua Dulce, los jubilados hidrómilos mantienen la fe en la suerte y compran billetes de lotería constantemente, buscando mejorar su situación económica. Es importante destacar que el premio mayor nunca ha caído en esta localidad.
El puesto de la Lotería Nacional, ubicado en la calle Obrera de la colonia Centro, lleva más de treinta años en el mismo sitio, vendiendo esperanza a quienes sueñan con convertirse en millonarios, o cuando menos mejorar su situación económica.
Doña Olga, una reciente entusiasta de la lotería, cuenta que apenas está entrando «al mundo de la lotería». La vez pasada compró un cachito y regresó para verificar si había ganado algún premio. Ese mismo día también adquirió «raspaditos», entró al «Melate» y compró otro cachito para el sorteo mayor.
ESPERANZA
Su historia refleja la esperanza y el entusiasmo que muchos en la comunidad comparten. Olga es cuestionada sobre que haría si se ganara siete millones, asegurando que se quedaría con cinco y dos repartiría entre quienes lo necesiten en la comunidad.
Cada catorcena, principalmente jubilados petroleros, invierten entre 200 y 2 mil pesos en diversos boletos de lotería. Algunos han tenido suerte, recuperando y hasta duplicando su inversión; otras más se conforman con alcanzar un reintegro.
Sin embargo, nunca ha caído el premio mayor en esta localidad, aunque se espera que algún día un afortunado hidrómilo pueda cambiar su vida, como lo demuestran los números crecientes de compradores que siguen apostando por un golpe de suerte.
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