En una mecedora frente al féretro de su hija, Paula exige justicia para su hija Magda, elemento de la fuerza civil que fue desaparecida y localizada sin vida el  pasado 09 de marzo en el municipio de Emiliano Zapata.

«Como una leona yo voy a luchar por ella, quiero justicia a fondo. Yo le digo al gobernador que quiero justicia, dos horas que pasó no la encontrábamos, tres horas… hasta los tres cuatro días… fue una eternidad, no encontraban a mi hija… necesito que detengan al responsable», dice Paula, quien padece cancer y apenas y puede hablar para exigir justicia para su amada hija.

Paula ha prometido que de ser necesario viajará de la comunidad Mango Salinas de Zaragoza a Xalapa a realizar plantones en busca del gobernador para que se esclarezca este asesinato y los culpables paguen por este cruel crimen. 

Magda, de 37 años, era la tercera de nueve hermanos, y quien velaba por doña Paula, su madre. Apenas en enero de este año Magda estuvo de visita en Zaragoza, llegó al cumpleaños de su padre y aprovechó para estar con toda la familia reunida, en esos días que estuvo en casa se confirmó que  Paula padecía cancer. 

Desde entonces Magda velaba por la salud de su madre, la familia no imaginó que habría otra reunión dos meses después, solo que esta vez Magda llegaría en un féretro. 

«Eso es lo más doloroso para nosotros por que si hubiera sido una muerte natural lo hubiéramos aceptado, con dolor también, pero a ella la mataron, le arrebataron la vida, le arrebataron sus sueños por cumplir por estar con mi mamá», expresa Araceli, hermana de Magda.

Fue esta mañana de lunes que le dieron el último adiós a Magda, con honores sus compañeros de la fuerza civil rindieron homenaje en la iglesia católica Asunción del Señor en Coacotla. 

«Policia María Magdalena Cruz Torres», se repitió tres veces en el pase de lista, y todos los uniformados gritaron «presente», menos la familia de Magda, ellos gritaban «justicia».

La fotografía y la bandera mexicana fue entregada a Paula, «comandante yo le voy a recibir todo de esto de mi hija, pero yo lo que quiero es justicia, por favor«, dijo entre lágrimas. 

Las trompetas y los tambores acompañaron a Magda hasta su última morada. Los restos de la mujer policía, quien ahora forma parte de la lista de mujeres asesinadas en Veracruz yacen en el panteón de Coacotla.

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